Peces y camarones, otra opción que se investiga contra la invasión de mosquitos
En medio de una fuerte invasión de mosquitos que se registra en estos días en Capital Federal y el AMBA, investigadores del INTA y el Conicet evaluaron los beneficios de producir especies nativas de peces y camarones en cuerpos de agua artificiales urbanos y periurbano.
Estos enemigos naturales de larvas y pupas de mosquitos son un método efectivo de control biológico que permite reducir la presencia de mosquitos transmisores de enfermedades como malaria, dengue, chikungunya, fiebre amarilla y Zika.
“Algunas especies nativas de peces y camarones son enemigos naturales de las larvas de mosquitos”, explicó Ariel Belavi, referente nacional de acuicultura del INTA.
Un ejemplo es la especie Australoheros facetus, conocida también como chanchita, castañeta, cará o chata.
Se trata de un pez que habita en la cuenca del Plata y es capaz de consumir más de 500 larvas de mosquito en menos de un día. “Esto los hace ser un efectivo enemigo natural de los mosquitos y un excelente controlador biológico”, explicó.
A su vez, existen otras especies nativas que pueden cultivarse y producirse en espejos de agua artificiales y que también consumen larvas y pupas de mosquitos, tales como el camarón de río (Macrobrachium borellii) y el camarón fantasma o camarón de agua dulce, el Palaemon argentinus.
CONTRA LA INVASIÓN DE MOSQUITOS
“Estos crustáceos que habitan en ambientes de agua dulce en el centro de América del Sur pueden ser utilizados para controlar las poblaciones de estos insectos con potencial de transmitir enfermedades”, especificó Belavi.
Estas especies se encuentran en lagunas someras, estanques y ríos, ya que toleran un amplio rango de condiciones ambientales y pueden consumir hasta 40 larvas por día. “Se reproducen en los ambientes dulciacuícolas sin necesidad de migrar a los marinos como lo hacen otros camarones”, detalló Pablo Collins, investigador del Conicet.
Cultivan peces y camarones para controlar poblaciones de mosquitos
Especialistas del @intaargentina y @CONICETDialoga evaluaron los beneficios del método de control biológico que permite reducir la presencia de mosquitos transmisores de enfermedades.
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— INTA Informa (@INTAInforma) February 20, 2024
LA AMENAZA DE LOS MOSQUITOS
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), las patologías transmitidas por mosquitos provocan unas 700.000 muertes al año. De allí que, a pesar de su tamaño, sea quien más amenaza la vida humana y controlar la presencia de estos insectos es un modo de reducir la incidencia de las enfermedades que transmiten.
“Los mosquitos de la familia Culicidae son reconocidos debido a que además de picar y molestar pueden ser vectores de diversas enfermedades”, indicó Collins. Y agregó: “Tres géneros de esta familia, entre otros, son de relevancia por el potencial de transmitir enfermedades: Aedes sp, Anopheles sp y Culex sp”.
Según detalló el especialista del Conicet, estos insectos son los que proliferan en el agua encharcada en objetos o jardines de las casas, como también en los ambientes acuáticos de poca profundidad y con muy poco movimiento.
Durante su ciclo de vida, los huevos, las larvas y las pupas se desarrollan en el agua y cuando los mosquitos alcanzan la etapa adulta, su hábitat es terrestre-aéreo. Luego de reproducirse, la hembra del mosquito coloca los huevos en el agua y quedan flotando individualmente o aglutinados en forma de balsas.
“Usan ambientes acuáticos someros o pocos profundos como también contenedores de agua que se encuentran en nuestros domicilios”, indicó el especialista en acuicultura del INTA.
En los ambientes naturales, pueden estar en zonas de charcos, bordes de lagunas y estanques, entre la vegetación acuática o terrestre inundada o donde se acumule agua como el caso de los troncos ahuecados y en la base de hojas.