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Vinos: en el Valle de Uco reclaman un aumento en el precio de la uva

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Falta poco para que comience la vendimia 2024 en Cuyo y desde una de las zonas productivas más importantes de Mendoza, el Valle de Uco, comenzaron a encender las alertas por el bajo precio de la uva.

En concreto, las Cámaras Territoriales que representan a los productores emitieron un comunicado en el que hicieron referencia a la necesidad de un aumento y de que el Gobierno mendocino haga respetar las leyes que rigen en la actualidad para establecer este valor.

Se trata de la Sociedad Rural del Valle de Uco, de la Cámara de Comercio, Industria, Agricultura y Turismo de Tunuyán y de la Cámara de Agricultura, Industria, Comercio y Turismo del Valle de Tupungato.

EL DEBATE POR EL PRECIO DE LA UVA

En primer término, las Cámaras recordaron que los varietales del Valle de Uco, en su gran mayoría, se transforman en vinos exportables.

“Esto quiere decir, que para llegar a una uva competitiva en este mercado con un rendimiento promedio de 80 a 100 quintales por hectárea, tiene un costo que determina sumándole un análisis de lo que vale esa uva en el mercado de venta, tiene que valer no menos de U$S 1 oficial el Malbec de uvas tintas y U$S 1,10  las uvas blancas y cobrar en la misma moneda”, explicaron.

Un problema para esta producción regional es que, según sus cálculos, desde el segundo semestre de 2023 a la fecha, tanto los costos laborales como de los insumos requeridos, tuvieron un alza de promedio de más de 200%.

Por eso, “para que la actividad siga siendo sustentable los pequeños y medianos productores tenemos dos caminos, que se respete la mesa sectorial de la uva (Ley 9133 y sus modificatorias) y que el Poder Ejecutivo Provincial la haga cumplir, como establece el Código Civil Comercial argentino en su articulo 10, 11 y 12”, enfatizaron.

En medio de las políticas que impulsa el Estado nacional para “desregular la economía”, las Cámaras aclararon que “esto no quiere decir precio regulado ni sostén, no es que el Estado ponga el precio como los malos intencionados industriales lo dicen, es solo hacer sustentable la cadena y evitar la diáspora de productores, menos trabajadores, menos actividad comercial en general”.

“O distribuimos mejor la renta en la cadena o concentramos la economía, no hace falta ir a Harvard para darse cuenta de esto una vuelta por el valle y veremos fincas abandonadas, mal vendidas y mayor concentración económica tanto en viña como en el negocio del vino y la utilización del agua. Estos conceptos responden al sentido común de la realidad que vivimos”, concluyeron.

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