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El Bundesbank agota más de 19.000 millones en provisiones para tapar las pérdidas por la subida de tipos

El Bundesbank, el banco central de Alemania, se ha visto forzado a agotar sus provisiones por riesgos, por un monto de 19.199 millones de euros, así como a recurrir a sus reservas, para cubrir las pérdidas de casi 21.600 millones de euros que habría registrado en 2023 como consecuencia principalmente del impacto de las subidas de tipos en la cuenta de pérdidas y ganancias de la entidad. «El resultado para 2023 fue una pérdida de casi 21.600 millones de euros», ha indicado en rueda de prensa Sabine Mauderer, ejecutiva del Bundesbank a cargo de la contabilidad del banco central, quien ha explicado que la entidad ha «librado íntegramente» las provisiones de riesgos generales para compensar las pérdidas acumuladas. En este sentido, ha apuntado que la pérdida restante para el ejercicio de 2.381 millones de euros se compensó mediante retiradas por la misma cantidad de las reservas del Bundesbank, «lo que significa que el beneficio distribuible es cero» y deja las reservas de la entidad en alrededor de 700 millones de euros. En el pasado ejercicio, el banco central germano contabilizó ingresos por intereses de 55.053 millones de euros, casi cinco veces más que en 2022, pero al tiempo registró un aumento del 749% de los gastos por intereses, hasta 68.960 millones de euros, lo que arrojó un resultado negativo por intereses netos de 13.907 millones de euros, en contraste con los ingresos de 3.954 millones en 2022. El Bundesbank ha recordado que la subida de 450 puntos básicos de los tipos de interés acometida por el Banco Central Europeo (BCE) entre julio de 2022 y septiembre de 2023 ha supuesto el aumento más rápido del tipo de la facilidad de depósito en la historia de la zona euro, provocando que el riesgo de tipos de interés tuviera un impacto especial en 2023, ya que el impacto desde el lado de los ingresos de la política monetaria «aumentó solo marginalmente», mientras que por el lado del gasto los depósitos resultaron en un gasto «significativamente mayor». «Esperamos que las cargas vuelvan a ser considerables para el año en curso», ha advertido el gobernador del Bundesbank, Joachim Nagel, señalando que «es probable que superen las reservas restantes», lo que, de materializarse, llevaría al Bundesbank a declarar una pérdida que compensaría más adelante con beneficios futuros. «No esperamos poder distribuir beneficios durante un período de tiempo más largo», añadió. En cualquier caso, el banquero central alemán ha defendido la solidez del balance del Bundesbank, subrayando que es capaz de soportar las cargas financieras, ya que sus activos superan claramente sus obligaciones. PÉRDIDAS DE LOS BANCOS CENTRALES El vertiginoso incremento de los tipos de interés acometido por el BCE se ha hecho sentir también en las cuentas presentadas este viernes por el Banco de Países Bajos, que registró un resultado negativo de casi 3.500 millones de euros en 2023, aunque la mayor parte, unos 2.300 millones, fue absorbida por la provisión para riesgos financieros de la entidad, mientras que la pérdida restante de más de 1.100 millones de euros se cargó al capital y reservas. «Nuestro resultado negativo en 2023 se debió a las subidas de tipos de interés del BCE para reducir la inflación. A medida que aumentaron las tasas de interés, nuestros gastos por intereses aumentaron, mientras que los ingresos por intereses apenas lo hicieron», ha explicado la institución neerlandesa, que anticipa malos resultados en los próximos ejercicios. «Esperábamos enfrentar pérdidas en los próximos años debido a las tasas de interés más altas. Esto seguirá siendo así en el futuro previsible, aunque el mercado ha empezado a descontar la caída de los tipos de interés», ha reconocido el banco central de Países Bajos, que confía en volver a la rentabilidad «a partir de 2029». Además del Bundesbank y del Banco de Países Bajos, el BCE informó ayer de que al cierre del ejercicio 2023 registró pérdidas por importe neto de 1.266 millones de euros como resultado del impacto de las subidas de los tipos de interés en su balance, por lo que no distribuirá beneficios a los bancos centrales nacionales (BCN) de la zona euro. Se trata de los primeros ‘números rojos’ contabilizados por el BCE en casi dos décadas, después de esquivar las pérdidas el año anterior con un resultado en equilibrio, ya que el último resultado negativo del instituto emisor de la eurozona se remontaba a 2004, cuando la entidad se anotó pérdidas de más de 1.600 millones de euros.

Fuente: InfoBae

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