La piedra preciosa que usaban en el Antiguo Egipto y la Antigua China: relaja las emociones, mejora el descanso y aumenta la seguridad en uno mismo
En las civilizaciones antiguas, como en el Antiguo Egipto y la Antigua China, las piedras preciosas ocupaban un lugar muy importante.
Se cree que esta gema en particular relaja las emociones, mejora el descanso y aumenta la seguridad en uno mismo.
La amatista es apreciada por su belleza y por su influencia en el bienestar emocional y mental de quienes la poseen. A continuación, te contamos todos los detalles de esta gema.
La amatista: propiedades de la piedra preciosa que utilizaban en el Antiguo Egipto y la Antigua China
Según el sitio web especializado Tierra de Gemas, la amatista es un nombre se deriva del griego antiguo “amathystos”, que significa “no embriagarse”.
Esta piedra desempeñaba un papel destacado en las antiguas civilizaciones del Antiguo Egipto y la Antigua China. Conocida por sus variaciones tonales moradas bajo altas temperaturas, ofrece una amplia gama de usos en la joyería.
En cuanto a su estructura, las puntas de este mineral suelen concentrar el color violeta y son particularmente resistentes a los ácidos.
Dentro de sus propiedades emocionales se encuentran:
- Ayuda a disipar emociones negativas.
- Promueve la relajación emocional y la tranquilidad.
- Contribuye a mejorar el insomnio, facilitando un descanso reparador.
- Aumenta la sensación de seguridad en uno mismo.
- Brinda apoyo en momentos de pérdida familiar.
- Fomenta la armonía familiar, generando paz y fortaleciendo las relaciones interpersonales.
Propiedades físicas:
- Ayudar a combatir migrañas.
- Reduce los dolores estomacales.
- Aliviana problemas respiratorios.
¿Cómo limpiar la amatista?
La amatista, por su naturaleza, no absorbe malas energías, por lo que su limpieza energética no es necesaria. No obstante, si deseás realizar este proceso, podés limpiarla con sal marina o con otros procedimientos que realices con otras piedras preciosas.
Solamente deberás colocar la amatista en un recipiente de vidrio junto con sal marina durante 2 o 3 horas, permitiendo que la piedra se cargue. Otra alternativa es exponer la piedra a la luz de la luna llena durante toda una noche, lo cual también puede revitalizar sus propiedades.
Estos métodos simples ayudan a mantener la amatista en óptimas condiciones, asegurando que conserve su belleza y sus beneficios emocionales.
Fuente: El Cronista