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COLUMNA DE OPINION: CAÍDA DE LA LEY ÓMNIBUS, LA TRAMPA DE LA CASTA

Justo cuando Argentina atraviesa un enero muy caluroso, la realidad política parece decidida a competirle de igual a igual al clima en lo que refiere a intensidad. La caída de la ley ómnibus representa un duro golpe para la gestión libertaria y los refusilos que parecieran anunciar una gran tormenta, ya se vislumbran en el horizonte.


Si quedaban dudas acerca de la disputa entre el nuevo gobierno y lo que no en vano se ha dado en llamar “la casta”, quedaron disipadas el último martes cuando los esfuerzos por impulsar la ahora frustrada “ley de bases y puntos de partidas para la libertad de los argentinos” (para los amigos “ley ómnibus”) que buscaba darle un enfoque de menor intervención estatal a la economía, se vio socavada en la cámara de diputados.
De esta manera la clase política de un país devastado le da la bienvenida a un gobierno que se impuso en los comicios denunciando sus vicios y manejos.
La ley ómnibus era considerada una herramienta clave para reducir regulaciones y promover la libertad económica, que fue a su vez una de las principales promesas de campaña de Javier Milei. Sin embargo, su derogación muestra que el conjunto de la clase política tradicional parece no poder o no querer decodificar la demanda planteada en las urnas.
El gobierno de Javier Milei parece estar pagando una especie el derecho de piso impuesto por “la casta” que le bajó de un hondazo las ínfulas refundacionales al líder libertario. ¡Bienvenido a la política León!
Resulta cuanto menos llamativo el espectáculo que brindaron algunos diputados de los sectores más enfrentados al nuevo gobierno festejando la caída de la ley. Sin ánimo de interrumpirles el jolgorio a “les muchaches” le hacemos la siguiente pregunta ¿Si las ideas del oficialismo son tan malas y ruinosas para el país, cuáles son las suyas?.
Es increíble decirlo pero el kirchnerismo, pasó de ser un movimiento político que había logrado caracterizarse por una retórica revolucionaria que buscaba la transformación social post crisis del 2001, y la defensa de los derechos de los sectores más vulnerables hoy es una fuerza conservadora festejando que nada cambie.
¿Nada tiene que cambiar?. A lo largo de los últimos años, se ha observado un deterioro constante de la situación socio-económica de nuestro país.
El accionar conservador por parte de este grupo no se entiende teniendo en cuenta esta realidad, lo que abre enormes contradicciones en su discurso y una inquietante pregunta, ¿a quién defienden realmente?.
Prueba de esto es un detalle que no tuvo la trascendencia que quizá mereció tener; mientras se desarrolla la lucha contra el infame avance neoliberal, el expresidente PERONISTA Alberto Fernández con la empatía y el timing que nos tiene acostumbrados, inició el trámite para cobrar su pensión de privilegio, si todo sale bien el político que más humilló al pueblo argentino desde que se tenga memoria, pasará a percibir $7.000000 por mes en forma vitalicia por los servicios prestados bajo el mismo régimen de jubilación de privilegio que la ley ómnibus plantea eliminar, ¿existe o no la casta?, aquí se ve claramente la axiología, es decir el conjunto de valores que algunos y algunas defienden.
Más allá de que objetivamente sea imprescindible que funcione la división de poderes como manda la Constitución y evitar la concentración del poder oyendo la sabia advertencia del historiador británico Lyord Acton ´´El poder corrompe, y el poder absoluto corrompe absolutamente´´, no es menos cierto que la política tradicional ha sido históricamente resistente a renunciar a sus privilegios y beneficios.
Esos mismos políticos que en muchos casos suelen estar arraigados en estructuras de poder durante décadas, transformando lo que debería ser una vocación de servicio en una profesión. Lo que fue concebido como un acto de compromiso con el bien común se ha convertido en verdaderos nichos de privilegios desde los cuales sólo se defienden intereses personales y económicos que los motivan a mantenerse en el poder y lo que alguna vez fueron valores y convicciones hoy no son más que actuaciones, imposturas vendidas al mejor postor. La clase política deberá comprender que corren tiempos de cambios, los cuales deberá aceptar les guste o no, si hasta ahora el patriotismo que dicen sentir (sobre todo en campaña) no fue suficiente para que renuncien voluntariamente a sus privilegios mientras se llegaba a la situación actual, ya es hora de que lo sea y en caso contrario que revisen si en verdad son “servidores públicos”, o sólo lenguaraces profesionales cuyo verdadero oficio es defender estos intereses que suelen estar entrelazados con su posición política y sus conexiones. En otras palabras, sus trampas.

Por Cristiam Umpierre, escritor

Sobre el autor:

https://www.infobae.com/leamos/2022/10/25/su-paralisis-cerebral-no-le-impidio-a-este-joven-cumplir-su-sueno-de-ser-escritor/

https://www.telam.com.ar/notas/202210/608666-joven-paralisis-cerebral-primera-novela.html

https://tn.com.ar/sociedad/2022/09/24/cristian-nacio-con-paralisis-cerebral-solo-puede-mover-un-dedo-y-escribio-una-novela-de-resiliencia/